miércoles, 28 de diciembre de 2011

Hipnosis

Te miras a ti misma porque tu piel siente, sabe, recibe.
Tu pelo es naranja por decisión propia.
Para tocarte, necesito permiso, para poder llegar a ti, y extraer lo que desees.
Cierra los ojos. Hay un camino alternativo. Para la regresión, es necesario el contacto físico. Confía en que vendrá.
No voy a tocarte yo, pero existe la necesidad. El tubo.
Fía en Eugène. ¿Era una espía?
No lo era hasta que…

No es fácil trasladar lenguas de otros siglos, de otras realidades, -traspasar realidades-
Si sientes esa mano sobre tu hombro, déjate llevar…

Iremos hacia atrás, pero no al inicio.
Buscamos una bifurcación en el tiempo que nos conduzca a otro mundo paralelo.
Hay peligro!
Traspasar ciertas líneas se paga caro.

Una visita a la cueva de Salamanca, la cueva del nigromante, donde hacer el ensalmo hipnótico.

Añil.
En realidad, no necesito una explicación racional para romper mi rutina, que tampoco tiene explicación.

No hay comentarios: