lunes, 4 de julio de 2011

Sonrisa y truenos

Una brisa esteparia, la que trae las tormentas de Toledo
por el valle del Tajo...

 Deseo escuchar los truenos que vuelven
tras contar,
el resplandor del rayo
que impregnó la retina ya hace rato
los aromas que ciertos ya inundaron,
contar...

un, dos tres cinco...
une, deux, trois....
 Eins, Fier, Fuenf
bat
no sirve, si no estás.

Nacido en soledad,
la luz parece ser suficiente;
no es necesario llorar.

Abrir los ojos, sí
dejarse deslumbrar
dejar que invada cada rincón de la casa,
respirar,
conocer el aroma de cada silueta aprender a sonreir,
asumiendo la complicidad de vivir y elegir,
entre el hambre,
la fuente más cercana, donde la leche fluye.

como miel regalada por dioses de la Arcadia
por diosas y sonrisas, y rizos y sudores morenos en la piel, y pecados,
con luces de milenios...

Agua de mar, y sales, y sonrisa morena, movida por la brisa.

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